jueves, 9 de julio de 2015

EL CONOCIMIENTO ESTA DENTRO DE TU CORAZON

Uno de los cambios de paradigma más grande que podemos advertir en estos tiempos, es el hecho de darse cuenta de que el conocimiento no se encuentra fuera de nosotros, sino, dentro de nuestro corazón.
Por muchos años se ha aceptado la idea de que nacemos sin conocimiento y que los adultos son los encargados de transmitirlo. Hemos creído que es necesario enseñarle a un niño la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible para asegurar que tenga éxito en su vida adulta.
Además hemos pensado que aquellas personas que no asisten a la escuela o que no tienen estudios superiores son personas menos preparadas para la vida.
Sin embargo, el conocimiento necesario para tener una buena vida no se relaciona con la cantidad de información que podamos incorporar en la mente, sino, con la cantidad de amor que podamos sentir.
Cuando somos pequeños necesitamos más amor que ninguna otra cosa. Esta necesidad está incluso por sobre el alimento. El conocimiento intelectual está aún más abajo en la escala de necesidades del ser humano.
Un ser humano que no se ha sentido completamente amado en su infancia y que lleve esas heridas en su adultez, no puede sentirse estable emocionalmente y el conocimiento intelectual no será suficiente para que tenga una vida feliz.

Un niño que se ha sentido amado y que no recibe información intelectual, será capaz de procurarse una vida mucho más feliz porque tendrá la estabilidad y solidez suficiente para buscar y encontrar todos los recursos intelectuales, psicológicos y materiales necesarios para ello.
Un adulto puede sintonizar la información que necesita para guiarse en este plano físico por medio de la conexión que puede hacer su alma con la inteligencia universal.
Esta conexión solo puede ser posible cuando hay confianza, paz y armonía dentro de sí mismo. Y esto se consigue cuando se sabe sentir en paz consigo mismo.
El conocimiento es necesario para vivir en esta realidad, pero no se encuentra accesible cuando estamos desestabilizados mental y emocionalmente. Cuando no estamos en equilibrio, no podemos sacar provecho de la información que incorporamos e incluso no tenemos la claridad de cuál es la información que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos. Todo se vuelve confuso.
Una persona con un corazón sano y amoroso es más eficiente y más eficaz porque es capaz de sintonizar lo que necesita en cuestión de segundos sin tener que buscar o esforzarse en aprender alguna cosa en particular. El conocimiento fluye hacia él, llega por distintos medios, encuentra los maestros y la guía que necesita información en su interior.
Los grandes genios de la historia han coincidido en que han tenido acceso a toda la información que han aportado a la humanidad por medio de esta habilidad de sintonizar con esa inteligencia universal.
Vincent van Gogh dijo que veía sus cuadros en la pantalla de su mente y que luego los pintaba en sus lienzos. Albert Einstein dijo que se conectaba a la inteligencia universal para recibir las respuestas a sus interrogantes.
El corazón es mucho más que un músculo encargado de bombear la sangre en el cuerpo. Es un órgano que puede permitirnos sintonizar a la gran inteligencia para recibir información de alto nivel que puede no haber ingresado a este plano todavía.
Todos somos potenciales genios.
Seguramente quien más de alguna oportunidad te ha llegado información por este medio. A todos nos ha sucedido porque es algo natural.
Quise escribir sobre este tema para que no te olvides de sintonizar con la gran inteligencia cada vez que lo necesites. El único requisito que tienes que cumplir es que te regales esos momentos de paz contigo mismo, los que se consiguen cuando te amas y te aceptas tal cual cómo eres ahora mismo.
Si no tuviste la fortuna de ser completamente amado en tu infancia, es suficiente con que ahora que eres adulto, puedas elevar el aprecio por ti, hasta que llegues a sentirte en paz contigo mismo.
Patricia González
Sanaciones, Consulta Virtual, Coaching

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