lunes, 15 de octubre de 2012

Tu fortaleza reside en la conciencia espiritual

Puedes decir una plegaria en este mismo momento: “Padre, recibo. Acepto todo. Mi dicha por tu Presencia me eleva más alto. Padre, te adoro, Avanzo en mi conciencia de la Luz. Acepto mi divinidad y se que adonde Dios está, no puede haber nada más que un estado perfecto.”
Tu fortaleza reside en la conciencia espiritual.
Nunca puede residir en una forma fuera de ti. Por ser física, una forma siempre se corrompe. Es por esto que es muy raro que tu forma o la forma espiritual de cualquier otra persona se te revelen. Tú u otro pueden intentar destruirla. Es muy parecido al antiguo dicho: quienes viven de la espada, mueren por la espada. Quienes viven de la forma, mueren por la forma. Tal como esa forma destruye, será destruida, no necesariamente por medio de la espada o la lanza, sino por alguna forma que cumpla con esa destrucción.
Busca el bien, encuentra el bien, celebra el bien y todo el resto, déjalo a Dios, con la confianza total de que todo está en proceso de resolverse y que cada necesidad será cumplida.
Servir es la mejor manera de tratar con la auto obsesión, que es tan prevalente en este mundo.
Servir simplemente por la dicha de hacerlo, elevará tu nivel vibracional y te elevarás sobre las voces de dudar de tí, hacer conjeturas y la negatividad.
Las voces de la vibración inferior no pueden sobrevivir. No vivirán en esa atmósfera de dicha y de servicio porque piensan, “Yo primero y solamente yo. Y al olvido contigo.”
Por ello es muy sencillo transcender estos niveles inferiores cuando vamos hacia el servicio.
No permitas que nadie compre tu lealtad. Da tu lealtad libremente cuando quieras darla, pero no exijas nada de regreso. Si lo haces, te has vendido a bajo precio y ya no serás libre.
John-Roger y John Morton

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