sábado, 2 de junio de 2012

CURSO DE MAGIA ANGELICA 7 DE 8



TEURGIA CLASE VII
Como hacer un pedido desde el valor simbólico y espiritual de los números
Todo Lo que existe es creado por Dios a través de la fuerza de muchas energías que se conjugan. Pero una es la fuerza y la virtud específica de los números. Los números son medios que Dios utiliza para manifestar su gracia en este mundo en que nosotros vivimos. Todos los números tienen una virtud mágica tanto para el bien como para el mal.
En el cristianismo fue muy difundido el valor de los números, por ejemplo San Hilario piensa que nosotros tenemos de la Biblia los Salmos, que ellos tienen un valor numérico que corresponde a la misma energía que el Salmo porta. La Biblia se fue formando canónicamente hasta ser la de hoy; y la primera versión que se hace de los textos hebreos se llama versión de los setenta que eran setenta sabios hebreos de su época y que se consideraban portadores del espíritu de Moisés. Ellos son los que le pusieron este valor numérico correlativo con cada Salmo que nosotros tenemos.
La potencia de los números esta ligada a distintos misterios de la historia sagrada, con los cuales vemos que Dios nos expresa cosas distintas a través de distintos números.
Todos los números nos vinculan con aquello que Dios hizo en algún momento y que va a ser eternamente de esa forma. Si Dios decide manifestar su luz a través de un acto, es porque en ése acto lo que Él está haciendo se puede manifestar plenamente. No puede ser superado. Uno cree por ejemplo que el Maestro se manifiesta en un tiempo; la escritura dice: cuando llego el tiempo a su madurez dada para que el Maestro nazca..., Él nace. Eso quiere decir que ese era el momento en el cual la plenitud de su encarnación podía darse.
Cada número expresa la plenitud de un acto sagrado (cinco llagas, ocho personas...). Son un canal por los cuales ésta luz divina se expresa. Son formas por las cuales Dios manifiesta su propia luz.

NUMERO UNO = en principio el uno no es un número porque es todavía la unidad donde el número no existe ni aparece, en el uno que es el todo todavía no se puede contar.
El número uno mismo es lo que llamamos el numero innumerable y remite a todo aquello que es uno en Dios y que es Él como esencia. Hay un Dios Padre, un Dios Hijo y un Dios Espíritu Santo, una Madre de Dios y un Ángel entre los ángeles que es Miguel. Remite a la unidad, al comienzo y al fin.

NUMERO DOS = es en realidad el primer número dentro de las cosas sagradas y hay dos o tres muy importantes que fueron manifestadas por Dios a través del número dos. En el antiguo testamento las Tablas de la Ley eran dos. Es un número que esta ligado con la normativa; Con aquello que Dios quiere que si nosotros lo ponemos en práctica nos sirva como crecimiento. El hermetismo da lo que son los diez mandamientos, que están divididos en dos tablas, que remiten a tres mandamientos en relación con dios y siete en relación con los hombres y la naturaleza. Son algo así como las diez formas de preservación espiritual, si uno logra entender el sentido profundo de los diez mandamientos y ponerlos en práctica nunca va a ser un enfermo espiritual.
Dos testamentos tenemos también, el antiguo y el nuevo. Y en el Maestro tenemos dos naturalezas, el hecho de que él es divino y humano.

NUMERO TRES = es el número sagrado de la perfección y se lo considera el más sublime de todos. En principio porque remite a la Trinidad misma, las tres personas divinas. Dios vincula otras cuestiones importantes al número tres por ejemplo los tres días que permanece el Maestro en el centro de la tierra, en el infierno, la asunción de la Virgen. El pesebre de Belén está descrito y tomado de los apócrifos; y en ellos también se relata el encuentro con Adán, los muertos y como vence al maligno. Tres días pasó el Maestro en la tumba y en el infierno. Tres son las formas de acercamiento a Dios mismo, a lo que llamamos virtudes teologales y nosotros en este marco lo llamamos “las guías” que  son la fe, la esperanza y el amor. Tres son los misterios del Rosario, tres es un número que habla de la experiencia humana completa. Dolor, gozo y gloria son los tres planos que el hombre está obligado a vivir. Todo lo que existe, según se cree, fue creado a su imagen de manera trinitaria. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo; y a su vez la creación esta toda dividida en tres partes porque hay un Dios, una naturaleza o cosmos y hay una humanidad y en nosotros eso se divide en espíritu, alma y cuerpo.
NUMERO CUATRO = es el numero de la creación. Todo lo que Dios crea lo hace por medio del numero cuatro, con relación a que todo lo creado posee cuatro elementos, los cuales normalmente alguno es más predominante que otro; pero en todo lo creado existen los cuatro elementos combinados de manera distinta pero presentes en todas. En Apocalipsis la Jerusalén Celeste, cuando el cielo descienda sobre la tierra (aunque a veces pensemos que la tierra va a subir al cielo y en realidad es al revés), la tierra es cúbica según la medida del Apocalipsis. Lo cúbico es lo terminado, es la creación.
Hay algunas virtudes del numero cuatro que las podríamos llamar santísimas. En principio que el cuatro es el nombre sagrado de Dios mismo, al que lo llamamos el Tetragrámaton (tetra es cuatro). Quiere decir nombre escrito por cuatro letras; que como dice Agripa se lo puede decir pero no pronunciar, no sabemos como se pronuncia.
Otra virtud maravillosa del cuatro es que el Maestro tiene un número tetragrama tico que es su I N R I , que quiere decir Jesús Nazareno Rey de los Judíos. Si uno hace un anagrama con cada letra uno puede formar en griego el nombre de los cuatro elementos, teniendo al Maestro como salvador de los cuatro elementos. Hay cuatro evangelios. Cuatro son suficientes y cada uno de ellos corresponde a un elemento concreto = Lucas: tierra – buey. Marcos: fuego – león. Mateo: aire – águila. Juan: agua – ángel o persona.
Y esto forma otra virtud poderosa que hay en el cielo que son los cuatro vivientes (visión de Ezequiel). Los cuatro vivientes podrían ser el espíritu puro de los cuatro elementos como se encuentran en el cielo.

NUMERO CINCO = el quinario. Es el número más importante porque se encuentra vinculado con el misterio de la cruz, ya que cinco es el número de la cruz. Cinco contiene al primer par y al primer impar. Se lo llama número de justicia porque es la justa mitad del diez. La tradición considera que por medio de lo que se trabaja con este número se puede expulsar demonios y atraer la virtud de las cinco llagas que es la forma que el Maestro eligió mantener en su cuerpo glorificado con relación a su pasión vencedora de la muerte. También es un número vinculado a la gracia y a la virtud del Espíritu Santo porque después que el Maestro muere envía al Espíritu Santo (a los cincuenta días), de lo cual se forma la palabra Pentecostés (después de cincuenta).
Cinco y cincuenta son números del Espíritu Santo. Dice Agripa al cinco se lo puede llamar Sello del Espíritu Santo. Remite a la forma del pentagrama o dibujo de cinco puntas. La Estrella de David que como símbolo pre cristiano es el más poderoso como pre figuración de las cinco llagas y que en cada una remite a una letra que en griego se dice Soter que quiere decir salvación. Cinco es también número de la naturaleza porque todo lo que Dios termina con el número cinco es su obra con la naturaleza.
Cincuenta, cinco: Espíritu Santo, Crucifixión, llagas. Número de redención; el misterio de la redención siempre va a estar vinculado con el número cinco.
Cinco relación del número de la cruz y todo lo que hacemos lo potenciamos en el ritmo del cinco (cinco velitas). Este es un número que me va a permitir accionar esta luz de las llagas y conectarme con el Espíritu santo, para lo cual puedo hacer cualquier ritualidad que elija al Espíritu Santo durante cincuenta días, por ejemplo un Padre Nuestro, un Ave a María, una oración al Espíritu Santo, un Gloria por cincuenta días.
EL Espíritu Santo es Dios. No sabemos como se llama precisamente. Espíritu Santo es su denominación pero su nombre se considera que va a ser revelado al fin de los tiempos. Posee muchos nombres: Rey del Cielo, Señor de Consuelo, Fuego Vivo. Fuente de Luz, etc. Pero su nombre exacto aun no ha sido revelado. Él es el que reina en este tiempo. Hasta la venida del Hijo era el Padre. Treinta y tres años fue el Hijo y desde entonces lo es el Espíritu Santo.
Todo lo que hagamos penta nos va a colocar en un Pentecostés. Durante el tiempo del ritual estamos generando un Pentecostés. Además todo lo que hagamos cinco nos va a conectar con la energía del viernes.


VEN ESPÍRITU SANTO, FUEGO VIVO, FUENTE DE LUZ.
VEN Y LLENA NUESTRO CORAZON.

No hay una oración al Espíritu Santo que no tenga la palabra ven. Y si no está escrita lo está implícita. Ven y habita, ven y lléname, ven e inspírame. Es un eterno descender hacia nosotros. Como dice Pablo : _Al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es aquel que nos permite, es el iniciador por si mismo, es aquel que nos permite descubrir a Dios en nosotros. Es todo, no hay espiritualidad sin Él.
Pablo dice también que no podríamos siquiera pronunciar la palabra Jesús si no es inspirado por el Espíritu Santo.
A Él se le pide que venga, llene, transforme, ilumine, consuele, etc. También se lo considera el gran dador de alegrías, superador de tristezas.

REY DEL CIELO.
REY DEL CIELO, CONSOLADOR, ESPÍRITU DE VERDAD, TU QUE ESTAS PRESENTE EN TODAS PARTES Y LO LLENAS TODO, TESORO DE BIEN Y DADOR DE LA VIDA, VEN Y HABITA EN NOSOTROS, PURIFICA DE TODA MANCHA Y SALVA NUESTRA ALMA. TU QUE ERES VONDAD. AMEN.

El Espíritu Santo se manifiesta a través de siete dones y carismas. Dones: es como el se expresa a sí mismo en el hombre: ciencia, temor de Dios, consejo, sabiduría, piedad, se asocia a la transformación de los siete chacras
NUMERO SEIS = senario. Este número el sello del mundo porque todo lo creado fue echo por Dios en seis días. Es un número de perfección y de todo lo bueno, tiene la virtud de que cuando Dios hizo todo, según el génesis, al terminar cada día su obra lo ultimo que hace es mirarla y ver que “era buena” , por eso es el número de todo lo bueno. Es el número que nos vincula con los aspectos bondadosos, con aquello que Dios mismo creó. Además nos vincula con la relación amorosa de Dios mismo. Es también sello del hombre porque el hombre fue creado en el sexto día. Además es número de salvación porque el Maestro muere al sexto día (al viernes lo contamos como sexto día).
El misterio del número innombrable – tres veces seis- el número de la bestia. Según lo explica San Juan comprender ese misterio supera la capacidad humano. Comprender el misterio de ese número no esta reservado al hombre. Una de las interpretaciones es que al ser el seis el número del hombre y al ser tres veces seis es el hombre que se quiere divinizar, desplazar a Dios. Es como una trinidad hecha a medida del hombre. El maligno hizo una especie de imitación del cielo : hay un padre de la maldad, un hijo de la maldad y un espíritu de la maldad, y hasta una iglesia de la maldad. Todo eso existe y se define puntualmente como satanismo. Se trata de un camino espiritual inverso.

NUMERO SIETE = septenario. Es un número variable y múltiple en su poder. Potencia todo (para el bien y para el mal). Posee la virtud de lo corporal y lo espiritual, porque el tres remite a lo espiritual y el cuatro a lo creado; abarca el cuerpo y al alma, ya que el cuerpo esta compuesto por cuatro elementos y el alma posee tres fuerzas: la memoria, el entendimiento y la voluntad. Es un número de regeneración porque todo se reanuda y se renueva con relación al ritmo del número siete (cada siete años cambiamos las células del cuerpo, cada siete días se cambian las células de la lengua). Todo misterio regenerativo esta relacionado con el número siete. El sábado es el séptimo día que se dice sabático que remite al descanso a la unión y al perdón, porque en el séptimo día Dios descansa.
Siete es número de camino espiritual y siete son las bienaventuranzas. Además siete es el número del pedido porque siete pedidos tiene el Padre Nuestro. Todo lo que se pueda implorar esta en el Padre Nuestro pedido con toda claridad. Siete son los dolores de la Virgen. Siete las iglesias del Apocalipsis y son siete los ángeles de la Apocalipsis, siete son las lámparas.
El número siete favorece y potencia toda actividad. Es un número muy bueno para cualquier tipo de pedido (ritmo).
El rito es permite que algo mínimo accione por su gran espiritualidad.
El siete es un número que se recomienda usar para cualquier cuestión en que se sienta necesaria de ser potenciada. Agripa aclara muy bien diciendo que es un número de mucha virtud para arriba o para abajo. Se accede a potenciar un pedido a través de poner en claro el ritmo del siete (siete glorias y siete días).
El septenario va a permitir que mi pedido se desarrolle con una virtud mucho mayor.
Es un número que remite a la transformación el dolor con relación a que son siete los dolores de la Virgen. También es un número de reposo, para pedir cosas contemplativas. Al siete se le puede pedir lo jubilar. El siete multiplica. Cada siete años deberíamos perdonarnos las deudas. Siete es número de perdón. “¿Señor cuantas veces debería perdonar a mi hermano?_setenta veces siete y una más.

NUMERO OCHO = octonario. Número de justicia y plenitud. Es el primero que se lo puede dividir en números iguales (cuatro, dos). En la antigüedad los bautisterios (pila bautismal) eran todas octogonales. En Mateo las alegrías espirituales son ocho (bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos serán los reinos de los cielos...).
Ocho es número de conservación y salvación porque ocho son las personas que se salvan en el arca de Noé. Cuando Dios decide salvar y conservar lo hace a través de este número, en este sentido podemos decir que analógicamente las bienaventuranzas son los ocho aspectos del desarrollo espiritual que nos permite alcanzar la salvación de nosotros mismos, preservar aquello que en nosotros va a ser eterno. Un misterio interesante es que cuando Dios crea el diluvio hace que Noé invite a que sean ocho en el arca y al fin pone el famoso sello del arco iris como signo de que Él nunca más iba a repetir lo del diluvio. Dios le dice a Noé que ese signo (el arco iris) era un pacto entre Él y la humanidad de que nunca más la iba a destruir. El arco iris es un presagio hermoso que nos dice que Dios esta preservando algo en uno. Remite a que Dios siempre va a preservar algo en mi que me pueda salvar, este donde este hay algo en mi que va a ser eternamente salvado si yo lo acepto. El arco iris tiene siete colores que juntados todos nos dan un octavo color.

NUMERO NUEVE = novena. El nueve es muchas cosas en la tradición y la que más se rescata es que nueve son las formas en que Dios se manifiesta a través de sus coros angélicos. Esta tradición se la debemos a San Dionisio. Es un número netamente Angélico y remite a lo novedoso. Cuando hacemos novenas siempre involucramos ángeles, aunque la novena se la realicemos a un santo.
El nueve a los coros angélicos. Le hacemos novenas a la Virgen, los Santos, y lo que logramos es poner en juego la capacidad angélicas de estos seres de luz. Ellos accionan a través de los ángeles. Al realizar una novena a la Virgen lo que hacemos es pedirle a la Virgen que manifieste su gracia a través de estos seres que son más que sus emisarios, son su propia voluntad manifestada a través del ángel. Los Santos son angélicos, tienen características angélicas.
La novena va a remitir siempre (aunque se la haga a un Santo) a las nueve jerarquías angélicas o a lo Angélico de ya que vuelve a la unidad.
Los diez mandamientos son las diez formas de preservarse como persona espiritual.
Una experiencia.

NUMERO DIEZ = denario. Llamado número total ya que después de el no se cuenta sino es por replica. Es principio y fin
Todos los números nos vinculan con aquello que Dios hizo en algún momento y que va a ser eternamente de esa forma. Si Dios decide manifestar su luz a través de un acto, es porque en ése acto lo que Él está haciendo se puede manifestar plenamente. No puede ser superado. Uno cree por ejemplo que el Maestro se manifiesta en un tiempo; la escritura dice: cuando llego el tiempo a su madurez dada para que el Maestro nazca..., Él nace. Eso quiere decir que ese era el momento en el cual la plenitud de su encarnación podía darse.
Cada número expresa la plenitud de un acto sagrado (cinco llagas, ocho personas...). Son un canal por los cuales ésta luz divina se expresa. Son formas por las cuales Dios manifiesta su propia luz.
Todo lo que Dios hace y expresa eternamente se repite
El número cuarenta es el que remite al misterio del encuentro interno de uno con Dios, y a la experiencia del desierto. Nos remite a abandonar todo lo superfluo para acceder a lo trascendente. Donde me falta todo para obtener lo único necesario.
Es un poco el tiempo a que Dios nos invita a que hagamos nosotros como hombres lo que nos corresponde para que Él pueda hacer lo que corresponde como Dios. Abandono y poder percibir que Él está acá con migo. El cuarenta es número de plenitud total, de presencia. Es el número que se lo llama “de la prueba acompañada.”
El siete multiplica. Cada siete años deberíamos perdonarnos las deudas. Siete es número de perdón. “¿Señor cuantas veces debería perdonar a mi hermano?_setenta veces siete y una más. Setenta veces siete es el número pleno del perdón. Perdón es romper con los lazos de odio que nos vinculan con otros. Se puede elegir una oración y repetirla setenta veces siete más una. Se puede rezar un Ave a María durante setenta veces siete días más uno para poder perdonar o ser perdonado por alguien o por algo. Es poner la levadura del perdón en la masa de mi alma, para decirlo de alguna forma.
Otra forma es hacer setenta oraciones por siete veces mas una, para que resulte más corto. Siempre teniendo algo que en principio se relacione al siete, por ejemplo siete velas prendidas o prenderla por siete días.
El cielo son los ángeles mismos que son el amor de Dios hecho alguien.
Cuando yo le pido a mi ángel de la guarda, le estoy pidiendo a aquello que hay de Dios en él. Por eso el ángel no me permite arrodillarme ante él para que yo no entre en la confusión, en que lo divinice. Lo que el ángel trae no es de él sino de Dios.

Invocar es pedir que descienda. A los Santos se invoca y venera.

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